ODIO, DOLOR Y UN POCO DE AMOR III


Dos días después, decidí volver, para alimentarme de mas sangre, morbo; acrecentar mi rencor, reír mas y ver ese día de que manera sufría.

Repetí los pasos a modo idéntico, situando empíricamente el mismo contexto. Casi como una suerte de cábala.

Salí a la calle con mi cigarrillo prendido, salpique un poco mi ropa; la única diferencia, es que me fui algo ebrio, con una botella de ginebra en la mano. Me senté en frente del pasillo, en mi cómplice umbral, para de nuevo imaginar que podría suceder, que iba a aparecer tras la puerta.

Arroje la botella al asfalto, algunos perros rompieron el silencio de la noche con sus ladridos, y algo torcido me dirigí al mórbido pasaje. Camine contra las paredes, llegue a su puerta, me deje caer contra ella, y observe.

Algo me sorprendió mucho, no era para nada lo que esperaba, pero al igual me cautivaba y me hacia permanecer estancado, esforcé la mirada tratando de hacer foco sobre la imagen. Ella estaba ahí, se veía bien, y la acompañaba otro sujeto, el cual su rostro era borroso, ensombrecido, casi no tenia cara. Estaban dialogando bajo muy cercano, preste mas atención para oír bien que decían. Comencé a sentirme angustiado; ambos se consentían, y me di cuenta en él, que esas palabras suyas eran las que yo utilizaba. Mis gestos, mis manos, que la acariciaban, que le hablaban suave, con la voz temblando, con miedo.

Él, era yo, ahí estaba yo, detrás y delante de la puerta, de un lado con violencia y dolor, del otro con angustias y afligido, haciendo declaraciones. Era yo, allí, buscando explicar, encontrar la forma, intentando como el fénix impotente resurgir de las cenizas todo lo perdido, luchando a pesar del cansancio todo lo que creía que teníamos.

Y era esa mi historia, y eran mis recuerdos, y ahí estaban ambos, ellos, anudados potentemente con sus brazos, y besándose con lágrimas en los labios.

Deje de mirar, porque sabia que luego venia la partida. Y con tanta impotencia y dolor, golpeado en lo más bajo, sobre el confundido sentimiento, al recuerdo pensado pasado, y que no lo podía tirar a la basura, solo y sintiéndome mas solo, me deje llorar.

Yo que me había dirigido en busca de su corazón, me encontré con el mío, y me lo lleve destrozado.

Con el alcohol solo había puesto mis penas en remojo, y las lagrimas terminaron de inundarme, la sangre que había manchado el suelo, ahora se limpiaba en el sudor de mis ojos.

4 minusválidos mentales como mua:

franmorten dijo...

y bue...

nha q ver mi humor de hoy con esto... pero bue todo sea por seguir la historia...

buen sabado a todos!! (jaja hablo como si tuviera un contingente de lectores ajaja)

Ivy dijo...

jaja

llegué tarde para tu deseo de buen sábado... quizá si me hubiera llegado ayer anoche la pasaba mejor

en fin...

buen giro para la historia, me gustó mucho hasta aquí

para mí esto es un final ya, es así o la historia continúa?

franmorten dijo...

je si da giros la cosa...

falta una mas el jueves ya la subo ahora me estoy yendo...

y ya despues voy a escribir otra cosa con mas punch je ta re emo esto ajaja

grax ivi por pasar como ultimamente...

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

hola :)

te vi en lo de Ivy, pasaste por mi blog, y encima en "Me rendí" hasta te llamaste puto.
:P
jajaja

No entiendo mucho la historia.
Ya veo si leo un poco más para mejorar la cosa.
Ese gomitado por franmorten me mató.
jaja