Odio, Dolor y un tanto de Amor II


La noche siguiente, lejos de haber cambiado el escenario, que ahora me resultaba mas espectacular, repetí la escena, encendí mi cigarrillo, patee un par de hojas, y camine un rato sin rumbo; me senté bajo el umbral de una puerta vieja frente al pasillo, fume de nuevo. Pensaba en que iba a suceder, deseaba tantas cosas, y a la vez temía de tantas otras, que complejo se volvía, mis sentimientos no se ponían de acuerdo, mi cabeza quería una cosa, mi corazón otra, mis puños presionaban inflamando mis venas, mis hombros se contraían trabándome y mi rostro se mostraba siniestro. No necesitaba mirarme a un espejo para saber como estaba, me conozco muy bien, mi mirada estaba mas oscura que otras veces, el perfil de mi nariz amplio ancho, mi largo flequillo sobre mis ojos algo entrecerrados dirigiéndose fijamente al pasillo, mis mandíbulas algo apretadas dando a mi cara una forma cuadrada en mi mentón, y mi boca, tan expresiva como siempre, ella que define en mi, denuncia si estoy triste, contento, preocupado, pensando, o en este caso inquietante bajo una sonrisa picara perversa y tan sedienta, mordía y jugaba con el piercing de mi labio, sonreía, me relamía paspando mi boca roja casi morada, fumaba y largaba la bocanada de humo que se agrandaba con la humedad y el frio de esta noche. Mi noche. Nuestra noche.
Le di tres pitadas mas al cigarro, con mucha ansiedad, y lo deje a la mitad, tirándolo a un charco en el cordon caminando despacio a pesar de mi impaciencia, en cámara lenta le ponía mas énfasis terrorífico a la situación, adentre a la dulce oscuridad del gris pasillo.
Llegue de nuevo a su puerta, la luz era la misma, pero esta vez no se veía nada. Me senté un rato contra la puerta, no me importaba esperar, comencé otro cigarro, dispuesto a permanecer allí hasta que algo sucediese, por lo menos hasta que la noche me abandone.
Y por fin llego, escuche un golpe, miré rápido por el cerrojo, y estaba ahí, semi-desnuda, sucia, despeinada y descalza. Cayó al suelo, cubrió su cara como protegiéndose; se acerco un tipo, alto, de barba, vestido de negro y por un momento me pareció ver en sus ojos una luz roja. No podía reconocerlo, pero se que era alguien cercano, que no podía distinguir, su forma de moverse y por lo poco que podía ver sabia que era alguien del entorno.
Se ubico a su lado, se agacho y le acaricio el pelo, su caricia se fue tornando en un apretado puño que hizo tirar hacia atrás la cabeza a ella. Le sacudió la cabeza con fuerza, cada movimiento era lento, pero denotaba mucha violencia, ella se arrincono, el se volvió a aproximar, ahora la agarro de la cara y la beso, mientras ella sufría y gemía asustada, luego la golpeó, con la mano abierta de un solo revés que le hizo gritar, él se paró, le piso el vientre con unos zapatos grandes y negros, la pisaba fuerte, estaba haciendo todo para someterla y degradarla, y en unos pocos segundos que fijaron ser eternos, la pateó con fuerza, con mucha fuerza en la cara, los riñones, las piernas, le piso las manos, le levantaba la cara con una mano y con la otra le surtía, sus golpes empezaron a parecerle poco duros, y a mi también, que no aún no reaccionaba. Apreté mis puños, y el también cerro los suyos y en un par flashes de la luz solo se veía el cuerpo de él arrojándose sobre ella y en otro flash la cara de ella cada vez mas deteriorada, su boca, ojos, nariz y todo su cuerpo sangrando lleno de moretones.
Me pare totalmente excitado, agitado y golpee con los pies con las manos la cabeza la puerta, insultaba, maldecía, me reía sarcásticamente y le decía.
–ACABÁLA! ACABÁLA! Que de ella no quede nada! Que en sangre devuelva!
No me podían escuchar, y él, solo la empujo una vez mas, la escupió, de forma tal que la humillación sea mas grande, sonrió vilmente, hizo sonar sus dedos, relajo su cuello y se fue.
Y en esa habitación quedo el suelo teñido de su negra sucia sangre, ella gimoteaba y tosía mas sangre. Yo copié lo que él hizo, escupí, sonreí plácidamente y aun excitado me levanté, saque otro cigarrillo, apreté la cajita con fuerza y la tiré con bronca.
Llovía despacio, camine disfrutando del olor húmedo. Pero no estaba satisfecho.
Aún quedaba su corazón.

6 minusválidos mentales como mua:

Ivy dijo...

el corazón se lastima de otras maneras!!!

franmorten dijo...

tranquila ivi que quedan dos entradas todavia ja

el jueves creeria que subo la otra...

ahora me estoy por ir a hacer vida universitaria je

grax por pasar

N e k r a dijo...

Si . amo esas bandas. me hacen cagar de risa.

Jajaja.

Y si .con san solemos escracharnos mutuamente. XD

grax por pasar por mi ...coso.. jajaja.. Sentite libre de hacerlo de welta cuando se t plaxca

Ivy dijo...

che, si querés participar de mi blog Alcohólicos Nada Anónimos mandame un mail con alguna anécdota a ivygce@gmail.com

ilegalmente rubia dijo...

me gustó mucho el final

el corazón es lo mas propenso a ser lastimado y es lo unico que no podemos lastimar, aunque queramos, de alguien a quien queremos

franmorten dijo...

Graciaaas chee!!! por pasarse por aca!!! yo desp de mi super semana he vuelto esta noche subo la 3ra parte jee

nekra siempre me siento libre... soy libre en la medida que respeto a les demas y a uste la respeto ja

ivi ya me pongo en campaña de mandar el mail... que vine con materia lnuevo tmb jaja

ilegalrubia grax por la adulacion (se escribew asi?? je) y si es una cagada lastimar a los que queremos y los que no... dice mi amigo chinato a quien cite en mi optro blog en la ultima entrada...
y si surgen saludos y palabras tal vcez notes la dureza de mi estilo... queriendo no herirte en nada y en mi soledad solo herirme a mi mismo... je