El Sireno y el Pancho


La luna grande iluminaba el río. Sentados en un par de piedras tomábamos un par de birras y melón. Charlábamos sobre cosas sin sentido, vanales, anecdotas, charlas nocturnas.
-Chambón! nos quedamos sin birra y vino vamos a comprar antes que cierren.
Caminamos al lado del río, el pasto estaba con rocío y había un agradable olor a humedad, era solo eso, el ruido del agua, una buena charla con amigos, unos tragos. Y mas allá, la luna reflejaba en la parte mas grande del río, donde no se ven piedras, y al costado, sobre una roca sentada de espaldas a nosotros, una cabellera larga lacia y negra en una cintura tallada como avispa, combinando su perfumado pelo, con el color de su ropa y la noche.
Yo distraido, como siempre, la vi recién cuando avisaron.

- UNA
SIRENA!

Yo me asuste, porque en otras visitas al lugar, mi amigo se aprovechaba de mi inocencia y poco temple, me narraba sobre brujas y gallinas muertas en modo de sacrificio en ese lugar chiquito de traslasierra.


-
AY MAMÁ!! LA PUTA MADRE!! grite, cuasi femeninamente sobre un sollozo.

Detrás de las risas, escuchamos.

- Que les pasa PAJEROS!?!?

Nos sentenciaba, una voz fuerte, grave como la de un locutor de madrugada.
Nuestra sirena resulto ser una bello hombre que a pesar de su silueta sexy en la piedra bajo la embriagadora aura lunar, esperaba aunar con su marinero de la noche.

2 minusválidos mentales como mua:

ilegalmente rubia dijo...

bueno se les había terminado la birra pero no les hacia falta me parece que habian tomado suficiente jaja

me gustó tu blog, así que nos estaremos leyendo :P

besos

SHHH dijo...

Jaja que risa, no sé que es más gracioso si imaginarme tu grito de nene o lo bizarro de la situación.

Pobre tipo le cortaron la diversión!

Besos